Debatir evidencias, tanto del sistema educativo como del sistema productivo, que permitan echar luz sobre la
coordinación necesaria entre educación formal y productividad, haciendo particular énfasis en las experiencias
exitosas de otros países.
Integrar miradas sobre la misma problemática de diferentes actores y agentes relevantes, ya sean del sector
público, privado, social, sindical o religioso, de cualquier campo disciplinar.
Proponer soluciones, esbozando agendas de trabajo concretas, ambiciosas y multisectoriales, pero realizables,
medibles y auditables por la sociedad en su conjunto.
Desarrollar propuestas que persigan mejorar la calidad de la educación a través del desarrollo por competencias,
reducir la brecha entre educación urbana y rural, e incorporar la innovación para una sociedad cada vez más
competitiva.